Es todo un clásico y en Santa Engracia la celebración del
puente de la Constitución arranca siempre con la Fiesta de La Castañada en la
escuela.
La castaña, taña, taña
del castaño, caño, caño
no me pincha, pincha, pincha
ni me hace daño, daño, daño.
Me la como, como, como
calentita, ita, ita
con sorbitos, con sorbitos
Como Daniela que tiene cinco años, todos los pequeños recitaron las poesías que
habían aprendido con la "seño" Susana y los mayores se encargaron de leer las que
habían escrito con la "seño" Amaya ante un público entregado compuesto de padres,
madres y abuelas. Tampoco faltan los chicos que ya están en el instituto que
vuelven a ver a sus maestras y a sus compañeros. Y después de las lecturas, todos
a disfrutar de la merienda. Tartas, membrillo, galletas, café y por supuesto
¡las castañas!. Bienvenido se encarga siempre de asarlas en la plancha. Este
año ha sido más protagonista que nunca porque esta semana se acaba de jubilar como
jardinero y alguacil. Los chicos le entregaron un pequeño recuerdo como
homenaje y agradecimiento a su trabajo y tuvo que prometer que aunque jubilado,
seguirá acudiendo cada año a la escuela para asar las castañas.

¡Ya me gustaría haber probado esas castañas!
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